Cada vez son más las empresas que entienden que crecer no es solo cuestión de números. Que el verdadero valor está en las personas. Que hay algo profundamente transformador en mirar al otro con empatía y ver en la diversidad una fortaleza, no un obstáculo.

En un entorno cada vez más consciente y comprometido, las empresas tienen hoy la oportunidad de marcar la diferencia: apoyar la inclusión laboral de personas con discapacidad

Crear alianzas con Centros Especiales de Empleo no es solo una decisión estratégica… es un acto de humanidad. En un mundo que avanza a velocidad digital, hablar de inclusión no debería ser una opción, sino un compromiso.

Cuando pensamos en los Centros Especiales de Empleo (CEE), lo primero que se nos viene a la mente es la oportunidad laboral para personas con discapacidad. Y sí, es cierto: ofrecen empleo adaptado, justo y digno. Pero limitar su labor a eso es quedarse cortos, muy cortos.

Algún día, escuché a una joven con síndrome de Down hablar con una claridad que desarmaba cualquier prejuicio. No quería ser vista como “especial”. Ella solo quería ser ella, una chica más en el mundo, con gustos, con opiniones, con sueños… y también con desacuerdos sobre cómo la sociedad la percibía.

¿Alguna vez te has detenido a pensar cómo sería vivir con una condición física, psicológica o cognitiva diferente? ¿Cómo cambiaría tu día a día sí de repente el mundo no estuviera diseñado para ti? Puede que nunca te lo hayas preguntado, pero para muchas personas con discapacidad, esta es su realidad cotidiana.