Grupo Lisman Integrados

Palabras que importan: Cómo referirse a personas con discapacidad

La discapacidad es una realidad que ha existido desde siempre, y se han utilizado diferentes términos para describirla. Sin embargo, es fundamental que nos comuniquemos de manera respetuosa y sin prejuicios hacia las personas que viven con algún tipo de discapacidad. En este texto queremos presentar algunas pautas para referirnos a ellas de manera adecuada:

Persona con Discapacidad: Al utilizar esta expresión, reconocemos que la discapacidad no define completamente a una persona, sino que es solo una parte de su identidad o una condición con la que vive. Es un término ampliamente aceptado y respaldado por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (CDPD). Por medio de ejemplos te mostramos como sería:

“María es una persona con discapacidad visual.”
“Juan es un empleado con discapacidad auditiva.”


Persona en Situación de Discapacidad: Al igual que en el caso anterior, se enfatiza la condición de la persona antes de mencionar la discapacidad. Esta alternativa también es válida y fue propuesta por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis). Usaremos dos ejemplos:

“Carlos es una persona en situación de discapacidad física.”
“José es una persona en situación de discapacidad intelectual.”


Te recomendamos que evites términos despectivos o infantilizantes: A veces, en un intento de ser amables, utilizamos diminutivos o eufemismos que pueden resultar ofensivos o infantilizantes. Recuerda que no existe una única manera correcta de referirse a las personas con discapacidad. Ten en cuenta el contexto y las preferencias individuales. Siempre es recomendable preguntar a la persona cuál es su preferencia.

Por ejemplo, evitar expresiones como “cieguito” o “enfermito” es importante para tratar a las personas con el respeto que merecen.

Enfócate en la persona, no en la discapacidad: Al hablar o escribir sobre alguien con discapacidad, es importante recordar que la discapacidad no define completamente a la persona. En lugar de centrarse únicamente en la condición, destaca sus logros, habilidades y personalidad. Por ejemplo: “Lucía es una apasionada por la música y también tiene una discapacidad motora.” “Ana es una excelente profesional en su campo y vive con discapacidad visual.”

Sensibilidad al lenguaje: Presta atención al lenguaje que utilizas, evita palabras que puedan ser consideradas ofensivas o despectivas. Por ejemplo: En lugar de “sufre de discapacidad”, puedes decir “vive con discapacidad”. En lugar de “afectado por discapacidad”, puedes decir “persona con discapacidad”.

No hables por la persona: Siempre consulta con la persona misma antes de compartir detalles específicos sobre su discapacidad. Algunas personas prefieren no hablar de su condición, mientras que otras están dispuestas a educar y crear conciencia.

Inclusión en el Lugar de Trabajo: Si tu empresa contrata personas con discapacidad, destaca las iniciativas de inclusión y cómo se fomenta un ambiente de trabajo diverso y respetuoso.

En GRUPO LISMAN INTEGRADOS, estamos convencidos que hablar sobre la discapacidad, es la mejor forma para que prioricemos el respeto, la empatía y la consideración hacia las personas. Y cada vez crear más espacios de inclusión que estén libres de connotaciones negativas, reconociendo siempre su dignidad y derechos.

¡Comparte esta publicación!